"Nova York"
Joaquim Sorolla
A Regino Sainz de la Maza
Ruïna
Sense trobar-se.
Viatger pel seu propi tors blanc.
Així anava l'aire.
Aviat es va veure que la lluna
era una calavera de cavall
i l'aire una poma fosca.
Darrere de la finestra,
amb fuets i llums, se sentia
la lluita de la sorra amb l'aigua.
Jo vaig veure arribar les herbes
i les vaig donar un xai que balaba
sota les seves dentetes i llancetes.
Volava dins d'una gota
la closca de ploma i cel·luloide
de la primera coloma.
Els núvols, en ramat,
es van quedar adormits contemplant
el duel de les roques amb l'albada.
Vénen les herbes, fill;
ja sonen les seves espases de saliva
pel cel buit.
La meva mà, amor. Les herbes!
Pels vidres trencats de la casa
la sang va deslligar les cabelleres.
Tu sol i jo quedem;
prepara el teu esquelet per a l'aire.
Jo només i tu quedem.
Prepara el teu esquelet;
cal buscar de pressa, amor, de pressa,
el nostre perfil sense son.
Federico García Lorca
(Fuente Vaqueros, Granada, 1898 — Entre Víznar i Alfacar, Granada, 1936)
Ruina -Introducción a la muerte-
(Poeta en Nueva York)
"Nova York"
Joaquim Sorolla i Bastida
(València, 1863 - Cercedilla, 1923)
Carles Carmona i Grau
(Barcelona, 1951)
«Ruïna»
de l'obra original:
A Regino Sainz de la Maza
Sin encontrarse.
Viajero por su propio torso blanco.
Así iba el aire.
Pronto se vio que la luna
era una calavera de caballo
y el aire una manzana oscura.
Detrás de la ventana,
con látigos y luces, se sentía
la lucha de la arena con el agua.
Yo vi llegar las hierbas
y les eché un cordero que balaba
bajo sus dientecillos y lancetas.
Volaba dentro de una gota
la cáscara de pluma y celuloide
de la primer paloma.
Las nubes, en manada,
se quedaron dormidas contemplando
el duelo de las rocas con el alba.
Vienen las hierbas, hijo;
ya suenan sus espadas de saliva
por el cielo vacío.
Mi mano, amor. ¡Las hierbas!
Por los cristales rotos de la casa
la sangre desató sus cabelleras.
Tú solo y yo quedamos;
prepara tu esqueleto para el aire.
Yo solo y tú quedamos.
Prepara tu esqueleto;
hay que buscar de prisa, amor, de prisa,
nuestro perfil sin sueño.
Ruina
Sin encontrarse.
Viajero por su propio torso blanco.
Así iba el aire.
Pronto se vio que la luna
era una calavera de caballo
y el aire una manzana oscura.
Detrás de la ventana,
con látigos y luces, se sentía
la lucha de la arena con el agua.
Yo vi llegar las hierbas
y les eché un cordero que balaba
bajo sus dientecillos y lancetas.
Volaba dentro de una gota
la cáscara de pluma y celuloide
de la primer paloma.
Las nubes, en manada,
se quedaron dormidas contemplando
el duelo de las rocas con el alba.
Vienen las hierbas, hijo;
ya suenan sus espadas de saliva
por el cielo vacío.
Mi mano, amor. ¡Las hierbas!
Por los cristales rotos de la casa
la sangre desató sus cabelleras.
Tú solo y yo quedamos;
prepara tu esqueleto para el aire.
Yo solo y tú quedamos.
Prepara tu esqueleto;
hay que buscar de prisa, amor, de prisa,
nuestro perfil sin sueño.
Referència:
García Lorca, Federico.
«Ruïna»
'Ruina'
Traducció: Carmona i Grau, Carles.
Lo Càntich. N.3. Estiu, 2010.
Juliol, 2010.
DL B.42943-2011
ISSN 2014-3036
García Lorca, Federico.
«Ruïna»
'Ruina'
Traducció: Carmona i Grau, Carles.
Lo Càntich. N.3. Estiu, 2010.
Juliol, 2010.
DL B.42943-2011
ISSN 2014-3036
Disponible en: http://www.locantich.cat/2010/07/lo-cantich-numero-3-estiu-2010.html
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Gràcies, Carles, per la magnífica traducció.
Benvingut a Lo Càntich!
L'Equip Editorial.
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